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Sobre los valores

Esto es para mí también, porque a veces lo olvido.

Estoy seguro de que cada uno de nosotros está aquí para lograr algo trascendental o, como mínimo, contribuir en lo que podamos para lograrlo. Transmitir lo que hemos aprendido en nuestros caminos es importante, es lo menos que podemos hacer, antes de irnos. Para qué guardarlo.

Mucho he pensado en nuestros valores y, valga la redundancia, el valor que les damos. Hace varios años, en una clase de Ética en la universidad, un profesor nos habló de la ética flexible de los venezolanos, de la cual no he podido escapar, y nos explicó con un ejemplo cotidiano, y un poco simple, a qué se refería: «- Yo puedo decir que cuando estoy manejando, nunca me ‘como un semáforo’, y es casi siempre cierto. Respeto las leyes de tránsito porque así lo decidí y no por las posibles sanciones que pueda tener si no lo hago. A menos que quiera llegar rápido, entonces me paso alguna que otra luz roja. Eso es la ética flexible.»

Nuestros valores merecen nuestro esfuerzo por respetarlos, a pesar de los demás. Todos somos diferentes, y lo que puede ser un valor para unos, no lo es, necesariamente, para otros. Por lo tanto, también es importante entender que no vamos a estar siempre de acuerdo entre nosotros y eso está bien, siempre y cuando nuestra posición esté basada en nuestros valores.

Creo en la firmeza cuando se trata de defender los valores propios, porque mis valores son importantes para mí. PARA MÍ. Mis valores son un contrato que mantengo conmigo, con mi vida, no con otras personas. Así, cuando mi ética es flexible, cuando circunstancias que están bajo mi control me hacen obviar mis valores, estoy rompiendo una parte de mí. Estoy botando a la basura lo que debió estar escrito en piedra en mi mente y en mi ser; estoy pisando lo más trascendental que podría en algún momento haber transmitido a mis hijos, mis familiares, mis amigos, mis estudiantes, mis compañeros; y que me hubiese convertido en inmortal.

Lo que quiero pedirte es que, por favor, respetes tus valores. Porque son parte de ti; y cuando los ignoras, cuando los dejas de lado, a la primera persona que dañas es a ti mismo, segundo a los demás. Cada vez que pasas por encima de ellos y continuas sin tomar la oportunidad de volver y comprender que te has equivocado, estás perdiendo una parte de ti. Estás dejando de contribuir con el logro de una vida trascendental.

¿Qué piensas de esto?

Giorgio Saturno

En la búsqueda de nuevas y novedosas formas de vivir la vida sin estrés -o, por lo menos, con menos estrés- he recopilado recomendaciones, a mi parecer muy poderosas, de algunos profesionales de la salud y el deporte, así como de amigos, que ahora quiero compartir con ustedes (Nota: quiero compartir las recomendaciones, no los amigos).

Voy a hablar, solamente, de 5 hábitos para vivir sin estrés, los cuales, según mi experiencia, brindan el mayor beneficio con el menor esfuerzo; la clave es la constancia (firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos. fuente: RAE). Y también porque sólo tengo cinco hábitos, tenía cuatro pero en algún lugar leí que, para listar las «tantas formas de hacer tal cosa», es más atractivo al lector cuando se utilizan números impares. Ya sé, yo también lo pensé, el lector está loco.  Pero bueno, en fin, aquí están los 5 hábitos para vivir sin estrés y no estresarse en el intento:

  1. Piensa positivo. La autocrítica, correctamente enfocada, es una herramienta crucial para las personas exitosas, sin embargo, cuando tus dudas se convierten en una constante en todo lo que haces, es momento de revisarte. Identifica los pensamientos negativos automáticos o ANTs (por sus siglas en inglés) y así podrás tener control sobre ellos; utiliza el humor para llevar tus miedos al extremo, colócate a 10.000 metros de tus pensamientos negativos y aprende a observarlos sin reaccionar ante ellos (Jason Stevenson, BestLife Magazine, Feb. 2009), o juzgarlos. Recuerda, tú no eres tus pensamientos, pero tus pensamientos condicionan tu día a día. Comienza tu jornada pensando «este va a ser un buen día», y convéncete de ello. A mí me sirve.
  2. Haz del ejercicio un hábito. Cuando haces ejercicio físico experimentas una sensación de bienestar y de mayor capacidad para lidiar con el estrés. Comenzar a ejercitar el cuerpo a veces requiere un esfuerzo adicional de nuestra parte, es como empujar un carro en una vía sin inclinación, al principio parece muy pesado pero después es un paseo. Lo que a mí me funciona, y te lo recomiendo, es enfocarte en lo que disfrutas de hacer ejercicio, más que en los beneficios de hacerlo: la música que escuchas cuando corres; el estar un tiempo solo; ver, conocer o relacionarte con otras personas; o, simplemente, la actividad física. De esta manera, estarás asociando el ejercicio con aspectos positivos de tu vida, con cosas que te gusta hacer, y no con algo que «tienes» que hacer.
  3. Evita preocuparte por el futuro, enfocándote en el presente. A veces estamos tan atrapados por nuestros pensamientos sobre el futuro que se nos olvida vivir, o incluso disfrutar, lo que está sucediendo justo ahora. Cuando decimos cosas como «ya quiero que este día se acabe» o «que lugar tan increible, me gustaría volver algún día», estamos dejando de vivir el presente. Saborea lo que sea que estés haciendo, la música que estás escuchando o simplemente el silencio, el café que estás tomando, el viento en tu rostro. Saborear te trae al presente, de manera que dejas de preocuparte por cosas que ni siquiera están ahí (Psychology Today, The Art of Now, Dic. 2008). «He conocido una gran cantidad de problemas, pero la mayoría de ellos nunca sucedieron» -Mark Twain.
  4. Camina más lento. Profesionales de distintas disciplinas han comprobado que desacelerar su ritmo de vida, en la búsqueda de más dinero, más risas, más satisfacción, les ha traido inmensos beneficios, tanto para la salud física como para el éxito personal y profesional. No sólo caminar más lento, sino también comer más lento, hablar más lento, trabajar más lento, vivir más lento. Esto no significa que serás menos eficiente, todo lo contrario, sentirás tu serenidad, y más importante, tus capacidades y tu desempeño, mejorar.(http://www.bestlifeonline.com/cms/publish/health/The-Secret-of-Slow.php)
  5. Respira. No hay mejor manera de volver al momento presente que enfocarte en tu respiración, no porque el respirar tenga alguna propiedad mágica, sino porque está siempre contigo, aquí y ahora (Psychology Today, The Art of Now, Dic. 2008). Además, independientemente de la filosofía, estudios científicos han demostrado que una respiración adecuada puede ayudar a manejar y reducir el estrés, y que el factor más importante para alcanzar una excelente salud física y una larga vida, es qué tan buena es tu respiración. La manera adecuada para respirar es la respiración abdominal: inhalaciones profundas, prestando atención al ritmo y adoptando la posición correcta.

El estrés es algo con lo que tendremos que vivir así lo queramos o no, y lo mejor que podemos hacer es crear una sensación de calma interior, y no intentar escapar del mismo. No es necesario, aunque sí recomendable, poner en práctica los cinco hábitos descritos, intenta con uno a la vez y, muy probablemente, podrás notar mejoras significativas en tus niveles de estrés.

Saludos!

Giorgio Saturno

Utilizar nuestras redes sociales y los medios que tenemos a la mano para promocionar nuestras ideas, trabajos, marcas, eventos, y cualquier cosa que quisiéramos comunicar a otras personas, no pareciera ser tan fácil como, simplemente, tomarse unos minutos al día y conversarlo con amigos y conocidos. Pero es así de fácil.

Hoy en día contamos con una cantidad casi incontable de herramientas electrónicas y de internet que nos permiten llegar, de forma directa y específica, a las audiencias que pudieran estar interesadas en lo que queremos decir. Facebook, twitter, youtube, flickr, wikipedia, son sólo algunas.

Todos somos miembros de varias redes sociales, tanto online como offline, e influimos de una u otra manera sobre los demás a través de las conversaciones que mantenemos todos los días. Así, sin estar conscientes de ello, en cada interacción que tenemos con algún miembro de nuestra red social, estamos promocionando nuestras ideas, opiniones y puntos de vista.

Esta es una forma muy poderosa de mercadearte, siempre y cuando lo hagas de forma ordenada, no intrusiva y auténtica. Si intentas participar en una conversación tomando en cuenta sólo tus intereses, no importa qué tan poderoso o atractivo tu mensaje pueda ser, habrás quedado fuera antes de siquiera haber entrado.

¿Cómo hacer para entrar en la conversación, ser escuchado y captar la atención? Aquí les dejo 5 puntos esenciales para lograrlo. Tómenlos en cuenta y les aseguro que despertarán la curiosidad.

  1. Genera confianza, eso es lo primero. Las relaciones lo son todo, y como bien sabemos, toda buena relación está basada en la confianza. Es importante que tu historia sea creible y honesta, basada en experiencias reales, de lo contrario, pensarán que estás mintiendo.
  2. Estudia la conversación antes de participar. Lee los comentarios que otras personas han dejado, reune información sobre lo que quieren los demás, sobre lo que están hablando. La idea no es interrumpir la conversación para decir algo, la idea es contribuir y agregar valor a lo que ya se ha dicho.
  3. Sé auténtic@. Usa tu propio lenguaje, así como cuando estás hablando con un amigo. De esta manera entrarás en sintonía más rápidamente y la conversación será más fluida. Esta es también una buena forma de generar confianza, por supuesto, siempre y cuando mantengas un lenguaje respetuoso.
  4. Demuestra interés por lo que la otra persona quiere o busca, si no, ni siquiera se molestará en leer lo que estás diciendo.
  5. No intentes publicitar tu idea o tu negocio de manera directa, la oportunidad para hacerlo se presentará. Hazlo como parte de la conversación y hazlo de manera que sea un aporte a la comunidad y a la conversación en la que estás participando.

Una buena estrategia de Social Media, sin duda alguna le brindará un gran impulso a tus ideas, a tu negocio o trabajo y, en general, a tu mensaje. Utilízala adecuadamente y verás los resultados en menos tiempo del que podrías esperar. Es sencillo, está a tu alcance y el costo es, relativamente, cero!

Hasta una próxima oportunidad,

Giorgio Saturno